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La etapa de uno y dos años es donde el jugar forma parte del aprendizaje diario que les ayudará a conocer el mundo y también a ellos mismos. Es el mejor momento para que empiecen a jugar con otros niños y niñas para potenciar las relaciones sociales, la diversión, el aprendizaje y el desarrollo psicomotriz.
A partir del segundo año de vida, los pequeños también suelen copiar a los adultos. Querrán hacer de médicos, de cocineros, de mecánicos o de carpinteros y disfrutarán aprendiendo cosas nuevas que les ayudará en su desarrollo.
El neurocientífico David Bueno afirma que lo que aprenden los niños antes de los tres años condiciona cómo será su carácter, su temperamento, cómo será su relación con los demás y con el mundo del aprendizaje durante toda su vida.
Los tenemos que motivar con juegos y juguetes curiosos, que ellos remueven y puedan elegir. Cuando ellos mismos se cansen, apartarán el juego y buscarán nuevas cosas.
Dejarlos jugar libremente para que puedan descubrir, a su manera, su entorno.
A partir de un año (depende de cada niño o niña) empiezan a caminar. Esto significa más independencia, juegos y curiosidades nuevas que implican actividades físicas:
Empujar o arrastrar juguetes con ruedas como coches, pelotas, andadores, etc.
Patear, subir, saltar…
BAILAR canciones. Las canciones infantiles les atraen mucho y si hay alguna coreografía todavía lo hace más divertido. Eso sí, pueden estar días, semanas o meses escuchando la misma música!
Disfrutan con juegos y juguetes donde tengan que utilizar las manos, como jugar con plastilina o, simplemente, pintar con pinturas de dedos.
Los libros infantiles toman gran importancia, con páginas gruesas y con mucho color para fomentar su capacidad cognitiva. Pueden empezar a girar las páginas sin ayuda.
Mostrarán interés con aquellos juguetes que tengan palancas, botones, sonidos y música, etc.
A partir de los 18 meses el niño se siente atraído por otros juegos más complejos, como encajar objetos de diferentes formas y colores en sus respectivos agujeros, o construir torres con piezas básicas.
Tal y como hemos comentado anteriormente, los niños y niñas se lo pasan bien poniéndose en la piel de los más grandes, y es por eso que descubren los juegos de imitación:
-Cogen el teléfono, ponen a dormir a una muñeca, cocinan…
Todas las etapas son bonitas, y en esta empezamos a ver cómo el niño descubre cosas nuevas por su propio pie.
Una etapa preciosa donde cada día el niño a nos puede sorprender con alguna palabra o acción nueva para él.